El Pilar de la Mola. Un Pueblo con historia y encanto

Resumen

Formentera es una isla conocida por su belleza natural, sus playas de ensueño y su ambiente relajado. Sin embargo, entre todo su atractivo, se encuentra un rincón mágico que parece haberse detenido en el tiempo: el Pilar de la Mola, un pueblo con historia y encanto.

Formentera es una isla conocida por su belleza natural, sus playas de ensueño y su ambiente relajado. Sin embargo, entre todo su atractivo, se encuentra un rincón mágico que parece haberse detenido en el tiempo: el Pilar de la Mola, un pueblo con historia y encanto.

Este pequeño pueblo se encuentra en la cima de la meseta de La Mola, una ubicación que lo convierte en el núcleo urbano más aislado de la isla. Aquí, la tranquilidad reina de lunes a sábado, con la excepción de los miércoles y domingos de mayo a octubre. Durante estos días, el pueblo cobra vida gracias a su mercado de artesanía, que se convierte en el principal atractivo de la isla tanto para visitantes como para residentes.

Un paraíso de tranquilidad

Para llegar al Pilar, simplemente debes seguir la carretera principal de la isla, ascendiendo más de 100 metros de altura que elevan esta parte rodeada de impresionantes acantilados. Una vez en la cima, te encontrarás con un pequeño bosque y amplios campos que se extienden por esta llanura. A pocos kilómetros de la carretera, hallarás el pueblo en sí, un lugar donde el tiempo parece avanzar a un ritmo pausado. Durante los meses de verano, la paz que se respira aquí es completamente diferente al ajetreo y el bullicio que caracterizan al resto de la isla.

Un pueblo con historia y encanto

El pueblo del Pilar de la Mola se extiende a ambos lados de la carretera principal, y al final del mismo, te encontrarás con la Iglesia del Pilar, una construcción que data del siglo XVIII y que fue erigida para atender las necesidades espirituales de esta comunidad aislada. Más allá del pueblo, verás numerosas paredes de piedra seca que delimitan los campos de cultivo, siendo la uva el producto estrella de la tierra y la base de los vinos típicos de la región.

Además de la iglesia y los restaurantes locales, otro gran atractivo del Pilar de la Mola es su conocido mercadillo artesanal, que se celebra todas las tardes de miércoles y domingos de mayo a octubre, de 16 a 21 horas.

Este mercadillo, nació como una iniciativa privada de diversos artistas y artesanos locales y, en la actualidad, lucha por mantener su concepto original: mostrar, vender y promover la artesanía local. A pesar de no ser muy extenso, es el lugar perfecto para adquirir piezas únicas y conocer en persona a sus creadores.

Aquí, puedes encontrar auténticas obras de arte y ejemplos de artesanía tradicional o local, como cestas, alpargatas, joyería, textiles, trabajos en cristal, cerámica, cuero, pintura y obras realizadas por artistas residentes en la isla. Esta experiencia se ve complementada con música en vivo de artistas que visitan la isla para dar vida a las tardes del mercadillo. Sin duda, una experiencia auténtica que escapa a la idea de un mercadillo tradicional.

El Faro, inspiración de Julio Verne

Una visita al Pilar de la Mola no estaría completa sin admirar su famoso faro, que se encuentra a pocos kilómetros siguiendo la carretera principal.

 Aquí es donde el camino llega a su fin, y te dejarás asombrar por las impresionantes vistas de los espectaculares acantilados. Estos acantilados sirvieron de inspiración al reconocido escritor francés Julio Verne, quien ambientó su novela “Héctor Servadac” en Formentera. En honor a su influencia, en este punto de la isla encontrarás un monolito en su honor.

Este faro, tiene una altura e 26 metros y se encuentra a 120 metros sobre el nivel del mar.

Formentera como era. La Ruta 32

Algunos hablan de La Mola como “una isla dentro de una isla” debido a su paisaje distintivo y su fuerte personalidad.

La Ruta 32, una ruta de senderismo que recorre el interior de la meseta de La Mola, te ofrece la oportunidad de comprender a fondo esta afirmación y de disfrutar de la isla en su forma más auténtica y singular, alejada del bullicio turístico estival. Esta ruta, con más de 12 kilómetros de distancia, es la más larga de las 32 rutas verdes de Formentera.

El Pilar de la Mola es un lugar especial en Formentera que combina historia, arte y belleza natural en un entorno de tranquilidad y autenticidad. Si buscas un escape del ajetreo y el bullicio, este pintoresco pueblo es un rincón perfecto para relajarte, disfrutar de la artesanía local y maravillarte con las vistas panorámicas.

¿Te animas a visitar el Pilar de La Mola? Si visitas este encantador pueblo, no te olvides de pasarte por CanRibs y disfrutar de nuestra especialidad, ¡costillas sin límites! Reserva tu mesa y ¡no te quedes sin sitio!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Escanea el código